INSIDE OUT (DEL REVÉS) de PETE DOCTER y RONALDO DEL CARMEN (2015)

Mi interés por el cine de animación ha ido aumentando con los años. Lejos de ser de esas personas que opinan que es para niños, me hallo entre aquellos que creen que es incluso más emocionante cuando se ve ciertas películas siendo adultos. Aunque sigo disfrutando de Pocahontas y de La bella y la bestia, lo cierto es que cada vez son más las películas de animación que se hacen pensando más en los adultos que en los niños. Los filmes de Pixar son el claro ejemplo de que se puede satisfacer a los dos públicos, y puede que Inside Out sea la obra cumbre de esta productora.


Inside out o Del revés (como la han titulado en España) es la película más compleja de Pixar. Más que Up, más que WALL-E. Es simplemente impresionante. Pixar siempre ha tenido un talento especial para dar vida a cualquier objeto inanimado que se cruzase por su camino, desde una lámpara hasta un juguete. Pero ahora han ido más allá, pues han dado vida a unos pequeños seres que habitan en nuestros cerebros y que representan los sentimientos esenciales que tenemos los humanos. Estos seres son la alegría, la tristeza, el asco, el miedo y la ira. Ellos son los que rigen nuestra vida tomando el control en esa sala de mandos que está instalada en nuestra cabeza. Lo cierto es que Docter, el director y creador de la idea, consultó a varios psicólogos durante la concepción de la idea, para poder aprender todo lo necesario sobre los mecanismos de la mente. El resultado es brillante.


Riley es una niña de 11 años feliz. Ha tenido una infancia tranquila, pero todo cambia cuando su padre cambia de trabajo y tiene que mudarse con su familia a San Francisco. Mientras, en su mente, la alegría intenta mantener a Riley positiva y esperanzada, aun cuando el sentimiento predominante en ella es la tristeza. Alegría deja a Tristeza a parte cuando más se la necesita, y esto termina desencadenando el desastre. Los pilares de la vida de Riley comienzan  a tambalearse, pero quizás esto no sea algo malo, pues la vida no puede anclarse en esa infancia en la que todo es feliz. El cambio en la vida y la personalidad de Riley es imparable.

Los niños verán una peli de aventuras en la que unos personajes de colores deben conseguir que la niña a la que pertenecen vuelva a estar contenta y unida a sus padres. Pero los adultos veremos un viaje metafórico, un viaje que empieza en la pre-adolescencia, cuando las cosas dejan de ser blancas o negras, cuando los pilares de nuestra infancia caen y se van configurado otros más fuertes y complejos que serán definitorios a la hora de configurar la personalidad de cada uno. Todo esto se ve reforzado por un guión prácticamente perfecto, que nos hará reír y llorar a partes iguales.

Absolutamente recomendable. Un 10.

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