ANIMALES NOCTURNOS de TOM FORD


El segundo largometraje del diseñador de moda Tom Ford podría ser uno de sus diseños más perfectos. Su primer film Un hombre soltero ya sorprendió a la crítica por su calidad, y la segunda se ha hecho de rogar pues ha tardado 7 años en hacer otra película que, además, se ha granjeado mejores críticas que la anterior tanto por parte de los críticos como de los espectadores. No por nada se llevó el Gran Premio del Jurado en el Festival de Venecia.

Los créditos iniciales del film ya nos anuncian que no va a ser una película al uso, y que tampoco va a ser para todos los públicos. Una sucesión de mujeres orondas y fofas danzan desnudas ante la pantalla dejando atónito al espectador. Poco a poco vemos que es una exposición de arte (un tanto grotesca eso si), que ha presentado la protagonista, Susan, la maravillosa, deslumbrante y siempre perfecta Amy Adams. Cuando Susan llega a su casa descubre que su exmarido, al que no ve hace 19 años, le ha enviado un libro que ha escrito y que le ha dedicado. Esa misma noche, tras la marcha de su flamante y rico marido a un viaje, comenzará la lectura. Paralelamente, el espectador irá viendo la historia que cuenta el libro, y como este va perturbando a la protagonista en grado sumo. Solo conforme vaya avanzando el film, iremos encajando las piezas del rompecabezas que se nos presenta.


Como ya he dicho, no es para todos los públicos. El relato ante el que estamos es duro y cruel a más no poder. Mantiene un nivel de tensión constante, que va in crescendo conforme avanza. La desazón que la historia le va provocando a Susan, es provocada también al espectador, cuyo desasosiego no hace sino aumentar. 

Es un film complejo también a nivel estético. En primer lugar, nos encontramos con la elegancia y el esteticismo que rodea la vida de Susan. En sus escenas todo está calculado, y las imágenes que vemos son sumamente bellas. En contraposición, tenemos las escenas del libro que comparten aspereza con los acontecimientos. La crudeza de la historia tiene un predominio de los tonos ocres, como si de un western crepuscular se tratara. El vestuario acompaña a estas dos estéticas. lógicamente tratándose de un diseñador de moda de alta costura, no iba a tener un mal vestuario en su película. La ropa y los accesorios que lleva Amy Adams son admirables.


Las actuaciones están, por supuesto, al nivel requerido, y los dos protagonistas Amy Adams y Jake Gyllenhaal están sobresalientes. Los secundarios están a la altura también destacando a Aaron Taylor-Johnson y Michael Shannon.

Francamente, a pesar del reconocimiento que ha tenido, creo que este film ha sido menospreciado enormemente. A parte del festival de Venecia ya mencionado, ha sido por completo ignorado en la etapa de premios de este año. Su ninguneo en los Oscars me parece sacrilegio, pues tanto los dos protagonistas como el director y la película merecían su correspondiente nominación. Pero ya sabemos como va esto... 

Una última cuestión: recomiendo encarecidamente ver la película sin ver el trailer ni leer la sinopsis pues se disfruta mucho más no conociendo ningún detalle de la trama.

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