TRUE DETECTIVE

"Si lo único que hace que una persona sea decente es la esperanza de una recompensa divina, entonces, hermano, esa persona es un pedazo de mierda, y me gustaría que salieran a la luz cuantas más de ellas mejor" (Rust)


No pretendo ponerme pesada, pero esta serie es espectacular. Desde el momento en el que ves los títulos de crédito ya sabes que estás ante algo bueno, y conforme vas viendo los capítulos, y van pasando las 8 horas de duración de la serie, te vas dando cuenta de que lo que te imaginabas que iba a ser, ni siquiera se acerca a la realidad, y que ni en tus mejores sueños habías esperado encontrarte con algo tan bueno.

La premisa de la que parte la serie no es nueva, no es la primera historia que vemos de dos detectives que se topan con un caso difícil que comienza con un asesinato de tintes satánicos y religiosos, y mucho menos si tenemos en cuenta que están en Louisiana, uno de los estados del sur de EEUU, donde la amplia mayoría de la población, que vive en zonas rurales casi desiertas, es sumamente religiosa, por no decir, supersticiosa. Sin embargo, hay algo más, algo que va asentándose en nuestro subconsciente, en parte gracias a que no trata a los espectadores de tontos y que no nos lo da todo masticado. Los saltos temporales entre la entrevista que unos policías hacen a los dos protagonistas y la historia real de lo que fue sucediendo, hasta llegar a un punto en que se unen, es una de sus mejores bazas.


Su grandiosidad reside en varios factores. En primer lugar, es una obra unitaria y homogénea, la historia empieza y se cierra en el octavo capítulo, sin que haya lugar para medias tintas. En segundo lugar, por su director Cary Fukunaga. Su talento ya se vio en la película "Jane Eyre" (2011), en la cual supo captar el espíritu y la atmósfera opresiva del relato original. Su calidad como director ya está fuera de toda duda con su participación en esta serie, cada plano está bien estudiado, por no mencionar el ya famoso plano secuencia del cuarto capítulo. Todo en perfecta simbiosis con el director de fotografía Adam Arkapaw, que tras su trabajo para la miniserie "Top of the lake" parece que domina a la perfección todos los efectos y matices necesarios para remarcar esta misteriosa puesta en escena.

El guión de Nic Pizzolatto, el creador de la serie, eleva el tono del relato. Al margen de las reflexiones filosóficas (que en mi opinión, no son para nada "filosofía barata"), nos introduce y nos va llevando a través de la historia de forma magistral. Esto sí que es una historia bien contada, sin prisa pero sin pausa, con muchas direcciones y matices pero con todo en su sitio, pues en esta serie no se da puntada sin hilo, tanto en las vidas personales de los protagonistas como en la investigación policial. Por suerte, no han hecho como en otras series o películas, en las que el protagonista es tan sumamente listo que lo resuelve todo en un santiamén por ciencia infusa.


La actuación de Woody Harrelson y Matthew McConaughey, como los dos detectives, es otro de sus fuertes. Harrelson, que últimamente ha estado haciendo papeles mayoritariamente cómicos, nos sorprende con uno de sus papeles más serios metiéndose en la piel de Marty, un padre de familia machista y mentiroso, que es incapaz de controlar sus impulsos sexuales e incluso cree que lo hace por el bien de su mujer y sus hijas, para mantenerlas lejos de la mierda que le supone el día a día de su trabajo. Y si lo de Harrelson ha sido una grata sorpresa, lo de McConaughey no tiene nombre. Tras años haciendo comedias estúpidas sin ningún tipo de sentido, se acaba de encumbrar en este último año, y uno de los motivos es su actuación en True detective, en la que interpreta a Rust. El cínico, nihilista, psicótico pero de una inteligencia superior Rust, que es, sin duda, uno de los mejores y más complejos personajes que he visto en mucho tiempo.

Podría seguir comentando cosas buenas de la serie, pero ya me he extendido bastante, y creo que ya ha quedado sobradamente clara mi opinión. Desde luego siempre va a estar el típico quejica que le tenga que sacar punta a todo, o que el final no le haya gustado... pero oye, yo lo siento por él/ella, las cosas hay que disfrutarlas como son, y no empeñarse en que una serie (o película) es mala porque no es lo que pensabas, la serie (película) es la que es, y en este caso, y una vez más, la HBO se ha vuelto a cubrir de gloria. 

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