CHUNGKING EXPRESS de WONG KAR-WAI (1994)

Chungking express es una película que nos cuenta dos historias que transcurren de forma paralela. En la primera, el policía 223 (Takeshi Kaneshiro) es abandonado por su novia el 1 de abril, y a partir de ese día comienza un ritual. Cada día hasta el 1 de mayo, día de su cumpleaños, comprará una lata de piña con la condición de que caduque el día 1 de mayo. Sí para cuando llegue ese día su novia no ha vuelto, significará que su amor también ha caducado. Mientras pasa ese periodo de transición, se cruzará en su camino una misteriosa mujer rubia (Brigitte Lin) que resulta ser traficante de drogas.


La segunda historia tiene como protagonista a otro policía, el 633 (Tony Leung), quien cada noche cena en el mismo puesto de comida rápida, donde trabaja Faye (Faye Wong) que está secretamente enamorada de él. Por cuestiones del azar, el policía acaba pidiendo a Faye que le guarde la llave de su apartamento hasta que su ex-novia vaya a buscarla, lo que permitirá a Faye colarse en el piso de su amado sin que este lo sepa (Que conste en acta que me he controlado y esta vez no he puesto ninguna foto de Tony Leung, que no quiero parecer una loca que solo pone fotos suyas).

Como siempre, Wong refleja en este film la ciudad de Hong Kong. La primera historia transcurre en Chungking Mansion, un conocido edificio de la ciudad donde el director se crió. La segunda tiene lugar en el distrito central de Hong Kong, en el puesto Midnight Express. Y como se puede comprobar el título de la película es una mezcla entre ambos. Las dos tramas tiene muchas cosas en común, pero destacaría el hecho de que estén protagonizadas por dos policías abandonados por sus novias, con lo cual Wong vuelve a introducirnos en su eterno tema del desamor y del olvido.


Chungking express es la tercera película que realizó el director hongkonés, sin embargo, ya podemos ver en ella muchos de los que se convertirán en sus estilemas principales a lo largo de su carrera. Por ejemplo, recurre a los rótulos temporales para situar al espectador, en este caso las latas de piña del policía 223, y las voces en off son especialmente notables en este film, en el que se cruzan de forma radical con los diálogos. Su peculiar estética y estilo a la hora de rodar ya se ve aquí: esos desenfoques, las aceleraciones para remarcar el paso del tiempo... Aunque en esta película, lo que más destaca es el uso de la cámara en mano, en cual abandonará en sus películas posteriores.

La música de Chungking Express es una de las cosas que más me llamaron la atención la primera vez que la vi, y recuerdo haber pensado que como sonase una vez más la canción "California dreaming" de The Mamas and the Papas iba a quitar la película. Pero debo reconocer que ahora me gusta, no me importa que suene mil veces a lo largo del film, e incluso, cada vez que la oigo (en la radio o donde sea) siempre me viene a la mente esta película, que sin duda es la película más alegre y optimista de Wong Kar-Wai. Muy recomendable no solo para los fanáticos del director, sino para cualquiera con ganas de ver una película agradable, sin dramones.




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